para orquesta de cámara
Ex Lex está dividida en cinco movimientos, de los cuales el primero y el segundo, asi como el cuarto y el quinto se encadenan. Fue compuesta durante el año 2011 y parte del 2012 y es un encargo del Ensamble Contrechamps de Ginebra especializado en la música de los siglos XX y XXI.
El título significa, en latín, de la ley, acerca de la ley.
Esta obra trata de la cuestión de la ley o de las leyes que condicionan de manera tangible o subyacente el conjunto de la actividad humana (a través del modesto y efímero caso particular de una obra musical).
Numerosos son los puntos sobre los cuales podríamos apoyarnos para argumentar una posición o establecer filiaciones en lo que atañe a un posicionamiento artístico en relación con la ley. Uno de ellos ha motivado particularmente este trabajo y que es, en realidad, una bifurcación del sentido literal del título de la obra en lo que respecta a lo que escapa a las leyes o que está fuera de la ley.
Concibo siempre la materia musical en término de acciones, de voluntades; estos deseos expresados por los unos o los otros (los músicos) constituyen un tejido, una red de energías vitales (un contrapunto, podría decirse) que está en constante movimiento.
Mi manera habitual de componer me conduce naturalmente hacia un camino de escritura en el cual la impulsión y el fraseo constituyen el punto central, sin embargo, hay una segunda preocupación, más secreta, que intenta recomponer un equilibrio entre ese impulso primordial y la elaboración de una construcción precisa y minuciosa en el trabajo armónico, en la elección de los acordes y escalas, en la orquestación y, finalmente, en la estructuración de una dramaturgia de la forma musical.
Aquél pirmer impulso me resulta cómodo, podria decir que me es dado. En cambio el segundo círculo, el del pensamiento y la elaboración, debo adquirirlo en cada obra (por tratarse para mi de un ser único, un camino intransitado). De esa manera establezco, para la construcción de cada uno de mis trabajos, un ensamble de observaciones que se erige en una suerte de corpus de ley.
Este trabajo implica, en mi caso, un dilatado tiempo de duda y reflexión, durante el cual me siento más un constructor que un compositor.
Navegando luego entre estas dos vertientes la obra comienza a aparecer, entre las leyes de la materia y aquellas que he deducido o me he impuesto.
En esa alternancia surge ese « Ex » (casi diría « Extra Lex ») del título de la obra.
Puede decirse entonces que el núcleo de este trabajo – su marca o su estilo – gira en torno a las leyes y su transgresión. Ese mundo inasible que se encuentra entre un marco forjado, la materia y la escapatoria. Lo imprevisto, esa chispa que inicia el movimiento de lo imaginario y lo propaga hacia lo más profundo de la estructura de la obra.
Los músicos ejecutantes son, a su manera, los actores de ese teatro secreto.
Luis Naón
Ex Lex I et II
Ex Lex III
Ex Lex IV et V