Para vibráfono.
Es una obra complementaria de Claustrum, para percusión y sonidos fijos.
Éditions Lemoine.
Concentrada en un instrumento único, la pieza refleja un clima de parte ausente : el signo (la letra o la carta) que queda por completarse. Como si el trazo inicial del dibujo fuese interrumpido. El velo echado sobre la parte faltante nos somete a una audición del silencio, del sonido incipiente, de la ficción armónica. Este estado de cosas hace tender a una audición que se aleja de la noción tradicionalmente discursiva.
Otra letra, otra carta, quedó inconclusa. Aquella que nos unía a cada lado del atlántico con mi amigo poeta Charlie Feiling, fallecido prematuramente en julio del 97.
Puede decirse que lo inacabado nos define como naturaleza poética. La apertura que nace de la obra no finalizada, el libro nunca publicado, el cuadro que hay que rehacer, el esbozo…
Toda obra es, de alguna manera, inconclusa. El tiempo que impone sus leyes – en particular a los músicos – nos ordena y organiza en puntos fijos que enmarcan lo que es por excelencia indefinible.
Por su escritura voluble y sembrada de trampas armónicas esta pieza parece libre,
casi rapsódica. Las diferentes bifurcaciones y capas armónicas son aquí tributarias de la enarmonía – una nota común es el nexo entre acordes o colores diferentes.
La forma está conducida de manera tal que parecemos atravesar túneles perceptivos. La cristalización en figuras o acordes tangibles parece darnos a conocer la parte faltante, que, dada a conocer se desvanece rápidamente – como en esos cuadernos de arena en los que el dibujo borra el dibujo que lo precede. En este contexto, en el que cada nueva figura es la primera, súbitamente borrada, la forma esta dada por el recorrido. La erosión del tiempo devuelve al signo su relieve arqueológico.
Lettre inachevée
[ Cycle Urbana ]
[ Instrument seul et/ou bande magnétique ou électronique ]