Para mezzosoprano y piano.
Cinco canciones sobre textos de C.E.Feiling
Alondra de luz
Plango vulnera
Himeneo
Común requiebro
Proceso
Es inútil recalcar cuan importantes son para mi estas canciones. La amistad que nos unía con Charlie duró entre nuestros 13 y 36 años. Mi hermano había muerto y su hermana había emigrado, lejos, para siempre. Nos unía también tener una pareja de padres “aristocráticos” y muy comprensivos. Adolescentes todo nos estaba permitido; una cierta arrogancia y una irreverencia que habían recalcado con simpatía el “Baco” Ferrero, nuestro profesor de literatura : “ustedes, son almas románticas y anárquicas”, y con odio el cura del Liceo : “tengo fuego en el alma para pecadores como ustedes”.
A los 17 años le puse música a uno de sus textos lo que valió la reprobación de mi profesor de composición. Años más tarde, en los 90, Charlie me dio una copia a máquina de poemas y traducciones que constituirían luego “Amor a Roma. Ahí nació el ciclo de canciones.
La respetuosa relación a la tradición impregnó el trabajo sobre la métrica y la rima que encuentran su parangón en el clasicismo de la forma musical. Les debo a Quevedo y a Góngora las incursiones en un siglo de oro español a penas velado en “Plango Vulnera” y a los neologismos y palabras de lunfardo el inevitable tango de “Común requiebro”.