Requiem pour un Bookmaker chinois (1995-96) (Urbana16)

(1996 versión francesa revisada y traducida al español en el 2000 )

Opera-revista para Flauta, Clarinete, Corno, Violín, Viola, Violonchelo, Percusión, Sintetizador (Piano) seis actores-cantantes y Cinta.

Encargo del Estado Francés.

Duración : 1 hora

Creación de la versión “puesta en espacio” en marzo de 1996 en el CNSAP de Paris por el ensamble TM + dirigido por Laurent Cuniot. Creación de la versión escénica en el Centro de Experimentación Teatro Colón en agosto del 2000 bajo la dirección de Rut Schereiner.

La intervención de tres fragmentos de sonidos fijos intervienen no como una verdadera parte electroacústica sino como un “efecto” de tipo teatral.
En ambos casos la escenografía y la puesta fueron realizadas por François Wastiaux


Sinópsis del film de John Cassavetes, orígen del libreto.

La acción del film se sitúa en Sunset Boulevard (Los Angeles), delante del Crazy Horse West, cabaret de Cosmo Vitelli, hombre ordinario. El “club” es su vida. Lo dirige, aunque no sea el propietario. De hecho está mantenido gracias a los dólares de un prestamista. El día en que por fin, Cosmo, va a efectuar el último pago, decide festejar a lo grande : limusina, Dom Pérignon, orquídeas y la más hermosa de sus bailarinas, Sherry. Acepta la invitación de un club privado de juego. Pierdo todo. La “organización” lo controla : si mata al viejo rival, el bookmaker chino, los mafiosos borrarán su deuda de juego. Cosmo mata al bookmaker, convirtiéndose asi en un blanco perfecto. Sobrevive porque los mafiosos son amateurs. Libre nuevamente, pero con una bala en el cuerpo, vuelve al Crazy para presentar el espectáculo de la noche.

 

 Ultimo Requiem para un chino  o Le Requiem pour un Bookmaker chinois – ópera de cámara

Asistiremos a los esplendores y miserias de Cosmo Vitelli, propietario endeudado de un pequeño Cabaret. Durante la hora que dura la representación, la escena está ocupada por la orquesta.

Difícil tarea la de Mr Sophistication, alter ego y animador de la revista un tanto ridícula del cabaret de Cosmo, de colmar las ausencia de éste ocupado con sus conversaciones con la mafia.

Como no podrá hacer funcionar el Cabaret sólo, y motivar a las chicas, la ayuda del personal técnico le será indispensable (luces, sonido, maquilladora, etc.)

Es inútil insistir en el paralelo entre el rigor que se precisa, en el cine para la realización de una escena y en la ópera, en la que la búsqueda de una armonía entre escena, libreto, dirección, partitura y público. Más allá del aspecto técnico la meta fijada no es es la de reflejar fielmente un univesro que, fatalmente, se nos escapa : el cine negro de serie B, sino de canalizar, en la convención de la ´œpera, las dinámicas subversivas que fueron el pan cotidiano de un cineasta sometido a la dictadura Hollywoodiense.

Cuáles son esas dinámicas? :

1 La acción nace muerta. No existe más que a través de la música. Toda acción es blanda y débil. Todo se centra en la partitura.
2 el tiempo se ha detenido o va demasiado rápido.

3 Los bandos, y por tanto los lugares, no son rivales sino intermediarios. Se superponen para producir un nuevo espacio improbable en el centro del cual están la partitura y los intérpretes.

4 No hay un límite entre buenos y malos en ese tiempo de eclipse de la onsciencia en el cual la muerte anunciada se codea con la pureza del sonido. El brillo del humor negro que nunca nos hará decir : “el tiempo se ha detenido” o “ok, entendimos”.

El libreto

Lo que más nos interpela en la manera de narrar esta historia criminal en Cassavetes es la postergación del principal escollo artístico : mostrar el cadáver. El asesinato de Raskolnikov, como el de Cosmo ( o aquel que Hamlet retrasa sin cesar), no están regidos por la acción. Los personajes bailan solos sobre la braza ardiente de la ausencia de odio asesino. Poco importa el cadáver. Nos interesa aquí el hombre solo frente a su acto.

El libreto refleja esa percepción que hace del “Killing of a Chinese Bookie”, un film difuso, casi mudo, en contraste con la imagen habitual que tenemos del cineasta.

Para el “Requiem…” hemos conservado un diálogo corto y conciso. Evitando los tics y discursos de autor del film negro en réplicas directas y precisas.

La ópera reconstruye el film. Cuando aquél hacealternar escenas de cabaret con “exteriores” los hemos  mezclado en dos lugares que se superponen : el Cabaret de Cosmo y el Teatro de la Mafia. Transmutado por la partitura, ese punto de eclipse del débil contra el fuerte, en un punto ciego de su consciencia, Cosmo Vitelli logra escapar a la contingencia de la muerte gracias a un teatro que él mismo recrea imaginariamente, a su antojo. De ahí proviene su fuerza.

La partitura 

“Ópera-Revista” para ensamble de músicos constituidos por una Flauta (también piccolo), un calrinete (también calrinete bajo), una trompa, un trio de cuerdas una percusión y un teclado, acompañados puntualmente de una cinta magnética (puramente anecdótica).

La escritura de las voces de los actores tiene una gran importancia en la partitura. Las partes cantadas y habladas están totalmente escritas, puestas en ritmo y compás, de manera a generar un diálogo permanente con las partes instrumentales.

Contrariamente a lo que podría imaginarse no he organizado la acción en función de temas reconocibles, sino para que cada una de ellas se refiere a texturas musicales precisas. Más allá de las categorías de textura clásicas (polifonía, coral, melodía acompañada, etc…) he establecido relaciones entre la instrumentación y situaciones dramáticas, maneras de ejecutar y especificidades en las que los actores-cantantes son considerados como otros tantos marcadores de un espacio sonoro creado.

El diálogo es altamente comprensible, siempre en un plano en el que lo teatral está por encima del efecto vocal.

Los personajes
Cosmo Vitelli, patrón de Cabaret (barítono-bajo)
Teddy o Mister Sophistication, animador del Cabaret (tenor)
Sherry, una chica del cabaret (mezzo) y su doble que habla poco y baila (actrz)
Mafioso 1 (M1: John, el Regulador, el intermediario) (tenor-martin)
Mafioso 2 (M2: Mort, Le Gorila) (barítono-bajo)
Mafioso 3 (M3: Eddy, Marty, El Croupier, El Contador, El Armero) (barítono)
Los músicos están presentes en la escena del cabaret.

El lugar
El Crazy Horse West, cabaret de Cosmo Vitelli. Años 70 en Sunset boulevard, Place Pigalle o Palermo Viejo

Estructura y desarrollo
De manera esquemática, podemos decir que la obra se compone de 22 escenas, una obertura y un epílogo.

La organización musical está pensada de manera a asumir el rol de la acción, y se cristaliza en materiales que poco tienen en comón con la noción de tema o leitmotiv.

Hay tres tempi principales a lo largo de la obra que van a entretejer la acción musical: un pulso muy lento de negra 32, uno intermedio de negra 53 y uno más andante de negra 80. El negra 132, que también está presente, está asimilado al carácter impetuoso y violento de los personajes mafiosos, cercanos a personajes de cine mudo (aquí los mafiosos no dan miedo, son mafiosos de segunda pero que pueden convertirse en sanguinarios y violentos), nuestro héroe, Cosmo, paradigma de ambigüedad, también estará a veces en este “tempo”.

Los tres tempi (en realidad 32,5 , 53 y 79,5) tienen equivalencias de modulación métrica. Puede pasarse del uno al otro a veces imperceptiblemente.

La presencia en la obra de referencias musicales explícitas tiene una relación directa con la caracterización de los personajes, su intimidad. El “Vals” de Mr Sophistication, le confiere un aspecto soñador de gran artista, ciertamente muy decadente, pero también simple y emocionante. El tango de Cosmo acentúa la chabacanería de este Italo-Neoyorquino, nuevo rico llegado a una situación que solo su simpatía nos permite excusar : un pasado de guerra colonial (Corea), un presente de patrón de Cabaret, y un futuro criminal (asesina al Bookmaker chino).

Sherry en su lenta cantilena teñida de blues deshilachado, contribuye a aumentar la indefinición (ese sentimiento que se tiene durante todo el primer acto) y que es un factor importante de la forma. La ópera parece no empezar. El público no sabe muy bien si está asistiendo a un ensayo, un bochorno o una obertura. El tiempo se estira y el verdadero inicio de la acción parece diferirse.

Lo que que está detrás del verdadero inicio es precisamente la acción a la que asistimos por fin. Los actores, luego de una huelga a la que asistimos, deciden empezar, Es el final del primer acto : el Crazy Horse West empieza a funcionar lo que nos permite desterritorializar la acción hacia otros escenarios : la ida y vuelta entre sala de juego y cabaret en el segundo acto, o el teatro de la mafia en el tercero.guerre de Corée), sur son présent (patron d’un Cabaret), et sur son futur (le meurtre du Bookmaker). Sherry, dans sa lente complainte sur un blues effiloché, contribue largement à prolonger l’indéfinition (c’est le sentiment que l’on a tout au long du premier acte) du début réel du spectacle. Le public ne sait pas très bien s’il assiste à une répétition, à un ratage ou à une ouverture. Le temps s’étire et le démarrage de l’action est toujours différé.

Ce qui anime le vrai début du spectacle, c’est précisément l’action à laquelle on assiste de toute pièce. Les acteurs, après une grève jouée devant nous, décident finalement de commencer. C’est la fin du premier acte ; le Crazy Horse West est enfin en fonctionnement pour mieux délocaliser par la suite l’action vers d’autres lieux (aller-retour de la salle de jeu au cabaret pour le second acte) ou pour ce Théâtre de la Maffia du IIIème acte.


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